Lana de oveja como aislante

La lana 100% natural de oveja es un material versátil y muy apreciado en la industria textil, pero también constituye un magnífico elemento decorativo para el hogar. 

Este artículo explorará las propiedades únicas de la lana de oveja que la convierten en un material perfecto para el aislamento y cómo mejorar la eficiencia energética y la calidad de vida de un edificio.

La sostenibilidad y la eficiencia energética son imprescindibles en la construcción del siglo XXI. Por eso, la búsqueda de materiales que sean respetuosos con el medio ambiente se ha intensificado en los últimos años y, entre ellos, destaca especialmente el aislante de lana de oveja.

La lana lleva siglos utilizándose en la confección de prendas de vestir y en textiles para el hogar, pero recientemente ha empezado a utilizarse en el campo de la construcción. Tras demostrar que tiene unas propiedades aislantes excepcionales.

Estamos ante una opción ecológica y muy efectiva para mejorar el aislamiento de los edificios, que puede promover el desarrollo de la economía local en los entornos rurales. Por eso, no es de extrañar que cada vez exista más interés en este material.

Ventajas de los aislamientos naturales de lana de oveja

Tradicionalmente, los aislantes utilizados en la construcción tienen un origen sintético. Su elaboración requiere de largos y complejos procesos que tienen una huella de carbono bastante elevada.

Frente a ellos, el uso de aislantes de origen natural se perfila como la solución perfecta para tener edificios más sostenibles y para que su construcción sea más eficiente desde el punto de vista del consumo de recursos.

A diferencia de otros materiales sintéticos utilizados en aislamientos, la lana de oveja es un material natural y renovable que no contiene sustancias químicas nocivas ni emite gases tóxicos. Además, es un material bastante resistente al fuego, lo que lo hace seguro para su uso en el hogar.

Una de las cualidades clave que lo convierten en el mejor candidato para el aislamiento es su capacidad para retener el calor. La naturaleza porosa de la lana le permite retener pequeñas cantidades de aire, lo que ayuda a aislar el interior de la vivienda del calor. 

Ventajas constructivas

Transpirable

La lana de oveja absorbe la humedad y mantiene una temperatura constante dentro del edificio. Nos permite disfrutar de ambientes secos, evitando los daños en los materiales que suelen producirse por efecto de los cerramientos.

Termorregulador natural

El aislante de lana de oveja tiene propiedades higroscópicas, lo que quiere decir que es capaz de mantener la temperatura del edificio de una manera natural. Si hace calor en el exterior, las fibras se calientan y liberan humedad, enfriando el ambiente. En invierno ocurre justo lo contrario.

Prevenir la condensación

Los problemas de condensación son bastante comunes y, con frecuencia, se deben a un mal aislamiento del edificio. Precisamente por sus propiedades higroscópicas, la lana de oveja es muy eficaz para evitar la aparición de condensación.

Durabilidad

Si la colocación se ha hecho bien, este aislante mantendrá intactas sus propiedades durante décadas.

Fácil colocación

No es un material rígido, así que se adapta muy bien a todo tipo de entornos. Se puede recortar con herramientas simples y se sujeta con grapas.

Ventajas ambientales

Material natural y renovable

La lana procede de las ovejas, y se obtiene a través de un proceso de esquilado que para estos animales es absolutamente necesario.

Material más sostenible que otros

El consumo de energía necesario para obtener el aislante de lana de oveja es mínimo, y tampoco se emiten muchos gases de efecto invernadero para su obtención.

Es reciclable

La lana de oveja puede tener muchas vidas en el ciclo productivo. La que se descarta para la elaboración de aislantes se puede vender a otras industrias.

No genera residuos sólidos

Es un material biodegradable que se descompone de forma natural.

Toxicidad muy baja

Al ser un material natural y no tratado con elementos químicos, su grado de toxicidad es prácticamente nulo.

Usos de la lana de oveja para aislamiento térmico

Aislamiento de fachadas

Se aplica en el interior de las paredes exteriores para crear el aislamiento del núcleo e incluso en forma de muro cortina. Se puede utilizar también en edificios que tengan estructuras o paneles de madera.

Aislamiento de techo

En este caso se emplea en el aislamiento de vigas intermedias y secundarias, pero también se puede usar el aislamiento externo que está protegido frente a la intemperie en la zona del techo.

Aislamiento de techos y pisos

El aislante de lana de oveja ha demostrado su efectividad para aislar térmicamente tanto los techos como los pisos. Es eficaz incluso para aislar el techo del piso superior.

Aislamiento de la cavidad

Este método permite reducir la pérdida de calor a través de la pared de la cavidad. Lo que se hace es llenar la cámara de aire con lana de oveja.

Aislamiento térmico y acústico en interiores

Este material también se emplea para conseguir un mayor aislamiento de los paramentos interiores de los edificios. Con ello se logra una mayor eficiencia energética y, a la vez, que los espacios interiores reciban y emitan menos ruido.

Aislamiento técnico

La lana de oveja se puede utilizar como aislamiento técnico, inyectándose en las paredes exteriores de los edificios para rellenar los huecos de la cavidad y los puntos de fuga que puedan existir.

Este material ha demostrado ser un aislante excepcional dentro del campo de la construcción, generando beneficios tanto a los habitantes de los edificios como al medio ambiente en general.

Cuenta con unas propiedades técnicas que consiguen que los edificios sean mucho menos permeables al calor y al frío del exterior. Además, se obtiene de forma ecológica y es biodegradable.

 Emplear aislante de lana de oveja es una decisión de la que se beneficia el conjunto de la sociedad y también el entorno natural. Por eso, su utilización va a seguir creciendo de cara al futuro.

La estructura única de la lana le permite permanecer fresca y seca incluso en condiciones calurosas, lo que la hace excelente para su uso en climas fríos y cálidos.

Además de retener el calor, la lana de oveja es excelente para aislar el ruido. Su eficaz estructura amortiguadora del sonido la convierte en el material perfecto para utilizar en paredes y techos con el fin de reducir la transmisión del ruido entre habitaciones.

La lana no se descompone ni deteriora con el tiempo, por lo que su uso como aislante puede durar décadas, es resistente a la humedad y a la putrefacción, por lo que es fácil de mantener y limpiar.

Utilizar lana animal como aislante es una opción más respetuosa con el medio ambiente que emplear materiales sintéticos, al ser biodegradable, no tendrá efectos negativos en el medio ambiente cuando termine su vida útil.

Por último, pero no por ello menos importante, debemos señalar que el uso de la lana de ovino como aislante es una opción más cara que el uso de otros materiales sintéticos, pero también ofrece una serie de ahorros a largo plazo. 

La lana es un material muy eficaz como aislante, lo que se traduce en la posibilidad de reducir significativamente los costes de calefacción y refrigeración. Además, la longevidad y resistencia de la lana hacen que no sea necesario sustituirla periódicamente, lo que reduce aún más los costes a largo plazo.

En conclusión, la capacidad de los materiales naturales para retener el calor, amortiguar el ruido, ser duraderos y resistentes, ser más respetuosos con el medio ambiente que los materiales sintéticos y mejorar tanto la calidad de vida como la eficiencia energética del hogar, los convierte en una alternativa viable.

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